Manifiesto / Manifestua


El cierre de la web BurlataHerria por parte de la Audiencia Nacional, y la imputación de uno de sus colaboradores por "apología del terrorismo", es sólo el último de una larga lista de ataques a la libertad de expresión... (Manifiesto completo)


Entzutegi Nazionalaren aginduz BurlataHerria web gunearen itxiera eta "terrorismoaren gorazarrea" egiteagatik honen kolaboratzaile baten inputazioa adierazpen askatasunaren aurkako azkenengo erasoak dira,... (Manifestu osoa)




29 de marzo de 2014

Borroka garaia da!: "EN LA RED TAMPOCO LO CONSEGUIRÉIS"

Autor: Borroka garaia da!

El 30 de noviembre de 1997 y en homenaje al entonces octogésimo aniversario de la Revolución Rusa, apareció en la web la página Basque Red Net ( La red vasca roja). Una página formado por  personas comunistas e independentistas vascas, feministas y ecologistas radicales, interesadas en la información y la comunicación. Internet entonces no tenía la expansión e incidencia actual pero rápidamente se convirtió en un referente y una de las presencias más fuerte de la izquierda vasca en la red en inglés, euskara y castellano.

Antes de que la mayoría de la población vasca supiera siquiera que era eso de internet, los estados ya tenían muy claro la potencialidad que podía tener para un movimiento de liberación nacional como el vasco al que se le ha sometido a la máxima censura, marginación y silenciamiento. Los ataques no se hicieron esperar desde el mismo momento de la presencia vasca en el ciberespacio.

Durante 1996 diversas páginas web sufrieron ataques menores. Sin embargo, en 1997 la web Euskal Herria Journal fue objetivo de una gran campaña mediática con el fin de sabotearla ya que contaba con el mayor contenido alternativo en inglés sobre el conflicto en Euskal Herria .Consiguieron tumbar el servidor junto a cientos de páginas que también estaban alojadas en el mismo lugar. Posiblemente este fue el primer ataque directo en la red y organizado por el estado usando de tapadera a “incontrolados”.

En el 2000 otra página vasca se vio obligada a cerrar. La de la Asociación Contra la Tortura que publicaba informes sobre las denuncias por torturas contra funcionarios públicos. La Agencia de Protección de Datos española alegó ilegal tratamiento de la información en una maniobra para censurar las denuncias de torturas.
Por esas fechas ya estaba en activo una profunda campaña criminalizadora contra medios alternativos vascos preparando el terreno de lo que iba a venir. En el 2002, al calor de la ilegalización de Batasuna, el entonces juez español Garzón quería cerrar todas las páginas relacionadas con la izquierda abertzale, pero al estar muchas de ellas alojadas fuera de Euskal Herria y del estado español ordenó a los proveedores de internet que tomaran las medidas técnicas necesarias para que estas no pudieran ser accesibles desde dentro del estado. Los proveedores empezaron a utilizar proxys, técnica para acelerar la carga y el flujo de los datos entre el estado y el extranjero en este caso, pero en el estado español se empezó a utilizar para filtrar el contenido accesible desde el estado. Algo que de hecho es ilegal. Una forma de guerra sucia estilo GAL cibernético. Poco tiempo después se legalizaron estas prácticas mediante la ley que permitiría la censura como la LSSI. Mediante esa ley se podría cerrar cualquier web alegando el artículo 8 y obligar a los proveedores a bloquear las páginas que están en el exterior.

Llegarían de esta manera el cierre censurador de webs como la del partido político Batasuna, del periódico Egunkaria o la de Basque red net entre otras. Por ejemplo, la empresa canadiense Tera-byte alegó para proceder al cierre, el absurdo de que “Basque-Red Net está actualmente catalogada como una conocida organización terrorista por el Gobierno canadiense”.

Con el tiempo, a los cierres de webs se añadirían detenciones y cárcel. En julio del 2009 la guardia civil entró en la sede de la página web alternativa de temática juvenil Gazte Sarea realizando tres detenciones. Nueve imputados quedaron para juicio. Esta situación de represión y persecución dificultó su tarea informativa y en el 2010 se vio forzada a abandonar el proyecto. En el 2011, la página web Apurtu, testigo incómoda de la violencia de estado, tras una operación policial con cuatro detenciones fue clausurada por orden de la audiencia nacional y llevando a la cárcel y a la dispersión a Miguel Angel Llamas, “Pitu” .
Diversos procesos ilegalizadores también servirían como excusa para cerrar innumerables webs de diversas agrupaciones a lo largo de los años.

Ayer (por el 26 de abril de 2013), la Audiencia Nacional española ordenaba inquisitorialmente cerrar la página web de la organización juveni Ernai  y amenazaba a otro joven vasco en un nuevo ataque de máxima gravedad. Afortunadamente por mucho que les pese la sociedad vasca ha sabido a lo largo de los años responder a esta política del miedo y donde una pluma ha sido quebrada ha aparecido otra, donde un teclado ha sido robado, nuevos se han encontrado y donde un papel ha sido secuestrado, una nueva imprenta ha surgido. No se puede poner puertas al mar.

Una lucha y determinación que ha tenido sus costes pero que ha impedido que el miedo gane la partida. Es posible que hayan conseguido en cierta manera que muchas cosas no se digan como deberían decirse, que todavía existan muchos espacios de debate unidireccional y que hayan moldeado algunas opiniones haciéndolas escorar hacia los intereses del estado. Es posible que hayan ganado muchas batallas debido a la fuerza bruta pero la guerra nunca la tendrán ganada mientras haya gente dispuesta a seguir hablando o escribiendo aún con todas las limitaciones, también en la red. Deberían de saber que el miedo nunca es eterno, que el rey está desnudo y que aquí estuvimos, estamos y estaremos

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